miércoles, 25 de junio de 2008

La Historia de Pancho, Cap. XIX, Viaje frustrado

Llegamos a Concepción, no podía creerlo, nuevamente en sus brazos, nos hicimos el amor una y otra vez, no se de donde saque tanta vitalidad, afortunadamente era fin de semana y no estaba apremiado por tiempo. Pasaron dos días y no me atrevía a contar mi nueva vida, sobre la pareja que tenía, mi pequeño hijo, pensaba que podría romper el encanto y que ella quisiera volver a España y no poder disfrutar de su compañía. Eso me partía el alma, por un lado sabía que estaba siendo infiel con mi nueva pareja y por otro que tampoco estaba siendo sincero con la visita. ¿que era lo mejor?, eso era mi mayor incertidumbre. Bueno, el lunes tuve que trabajar, así que debí bajar las revoluciones y acostumbrarme a verla sólo al mediodía y en la noche, mi trabajo era muy exigente , especialmente como Jefe de Policía en una ciudad grande como Concepción.
Pasó una semana y yo ya había tomado una decisión, contar toda la verdad y esperar su reacción.
El domingo nos fuimos a una playa cercana y le conté todo lo que pasaba, todo sobre mi pareja, mi pequeño hijo y mis planes futuros.
Su reacción fue distinta a lo que me imaginaba. Solo le interesó saber si todavía la amaba. Ante la respuesta afirmativa, me hizo saber que eso era lo único que le interesaba y que estaba dispuesta a compartir su vida conmigo, pero en España. Yo ese año había ingresado a estudiar derecho en la Universidad de esa ciudad e irme a España no estaba en mis planes. Mas sabiendo que no era autosuficiente, ya que no era profesional, en alguna actividad que pudiera ejercer en Europa. Eso me asustó mucho.

Pasó así la primera semana, luego vino la segunda, la tercera, la cuarta y así sucesivamente, mi amiga seguía en Chile y yo tenía un compromiso que no había disuelto, mi pareja y mi hijo que vivían en Santiago. Ni siquiera los había podido visitar en casi dos meses, pues mi tiempo lo tenía dedicado a atender a mi visita . Ahora también necesitaba aclarar mi situación con esta persona, ¿que le diría?,. que se me apareció de repente el amor . ¿Sería suficiente?, ¿que sería de mi pequeño hijo?, lo podría volver a ver, eran las preguntas que no me dejaban dormir . Cuando enfrentaría esa situación, era otra pregunta que me hacía.

En el mes de Febrero y después de mas de dos meses de amor intenso, y darle vueltas al asunto, acordamos que renunciaría a mi trabajo y viajaría en Abril a España. Todo estaba decidido, pero cuando rompería el compromiso con la madre de mi hijo, era otra situación que me angustiaba. Como había una fecha fija, el rompimiento debía hacerlo, inmediatamente mi visita abandonara Chile.
Enfrentarme a ella, fue lo mas difícil, me sentía un cobarde, un canalla, iba a abandonar un hijo y me iba detrás de una ilusión, sería lo correcto, esto me atormentaba.

Como no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, llegó la hora de la verdad. La madre de mi hijo muy conmocionada por lo que le acababa de contar. Sólo le había dicho, que había renunciado a la Institución que me cobijó por tantos años y que me iría a vivir a España, pero sólo y que ella no estaba en mis planes.

Esto la exitó muchísimo y practicamente me obligó a contarle todo, desgraciadamente, no pude ocultar detalles y en buen chileno, "me fui con todo el carrete", es decir le conté todo sobre la venida de mi amiga española y mi compromiso con ella. Estalló la guerra, llantos, gritos, insultos, amenazas, de todo lo imaginable.
Después de todo y una vez se hubo calmado un poco, tiró la bomba "ESTOY ESPERANDO UN SEGUNDO HIJO TUYO", me quería morir, pensé que ese era mi castigo por mi mentira, quedé deshecho, como si todo el peso del cielo hubiera caído sobre mis hombros, no lo podía creer.
Por unos buenos momento quedó atónito, desorientado, jamás me esperé algo así. Lloré como un niño, el mundo se me derrumbó. No podía irme y dejar todo botado, podía haber dejado a un hijo, pero ahora no podía dejar a dos. Ese mismo día tomé la decisión. NO ME VOY, pasé lo que pase me quedo en Chile. Así lo hice y nunca mas he vuelto a España. No me hablaron en casi un año. En noviembre siguiente, nació mi hijo, el mas querido de todos, el que me hizo renunciar al amor y aquí estoy, hoy ya tiene dieciséis años. Lamentablemente, la vida en pareja con su madre no la pude mantener y debí separarme, busqué un nuevo amor y esa será otra historia que contar. Me quedaron dos hijos maravillosos.

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